"Estamos aquí para dar gracias a Dios nuestro Señor por todos los años que desde este lugar se ha difundido la fragancia de Cristo, llegando al corazón de hombres, mujeres, niños y niñas de casi la mitad de lo que hoy es la ciudad de SPS".
Aunque sólo es un fragmento de la homilía que ayer miles de fieles escucharon del párroco de la iglesia Guadalupe, José Antonio Canales, significa lo que representa en la sociedad sampedrana este importante templo católico que cerró ayer 40 años de historia.
El mensaje del religioso estuvo cargado de reflexiones y llamados. Invitó a la feligresía a aprovechar el cambio de casa como punto de partida para una nueva mentalidad parroquial más comprometida con Cristo.
En el preámbulo a este importante mensaje, el obispo auxiliar de la diócesis de San Pedro Sula, monseñor Rómulo Emiliani, daba el mensaje inicial en un día con un clima inesperado, donde el sol y la lluvia estuvieron en constante riña.
Inolvidable día
A las 9.30, como se previó, iniciaron los actos litúrgicos. Afuera del templo, aguardaban y presenciaban la misa, con ejemplar calma, los centenares de personas que no encontraron espacio dentro de la triangular iglesia. Pasados 15 minutos de las 11, la celebración católica había finalizado y el padre Canales daba las últimas directrices para emprender en orden el camino hacia la nueva casa. El primero en abandonar su morada fue el Santísimo, a quien le siguió la imagen de la Virgen de Guadalupe que aguardó afuera de su iglesia mientras se celebraba la última misa en ese lugar. Las comunidades aguardaban detrás como escolta a sus más insignes imágenes de fe.
El éxodo
Aunque el trayecto a la nueva casa parecía ser agotador, los rostros de los fieles demostraban lo contrario. Familias completas conformadas por madres y padres con sus hijos, abuelas convalecientes apoyadas en los brazos de sus nietos y toda una comunidad unida, caminaron sin importar que por ratos lloviera y que por otros, el ardiente sol quemara sus pieles.
Después de 30 minutos de camino, toda la iglesia estaba a las puertas de su nueva sede. Allí la esperaban otros hermanos encargados de dar la bienvenida. A ellos se les sumó un grupo de mariachis que recibieron a la Guadalupana al propio estilo mexicano.
Allí comenzó la fiesta. El Santísmo y la Virgen pasaron a ocupar su nuevo espacio, un sitio donde no durarán mucho, pues existe la promesa que a mediados de marzo la gran iglesia estará terminada. Hoy a las 6.15 de la tarde se realizará la primera misa en lo salones parroquiales.
Traslado total
A partir de hoy comenzarán a desmontar el mobiliario y equipo de la vieja Guadalupe, pues éste servirá en el nuevo templo.
Villa florencia
Con una gran alegría fue recibida la imagen de la Virgen de Guadalupe en la Villa Florencia. Los mariachis retumbaron.